En la actualidad, existen cientos de variedades de pulseras para hombre. La primera variación que podemos mencionar es el color, desde los colores más simples o suaves hasta los colores más complejos o fuertes. Cualquier hombre puede combinarlo con su ropa. Los colores son un elemento indispensable, fusiones dobles o triples en color es lo más común sin embargo hay quienes usan pulseras de cuatro, cinco o más colores pues todo depende de los gustos.

Una de las variaciones más comunes es el material: metal, cuero, tela, perlas, piedras y mucho más. Esto destaca la personalidad del hombre, una pulsera de metal, por ejemplo, proporciona mayor distinción, puede ser utilizado en ocasiones especiales como bodas o celebraciones de personas importantes y suele ser usado sobre todo acompañando un estilo elegante.

El cuero por otra parte, es igual de sofisticado dependiendo del diseño, pero debe ser utilizado para ocasiones menos formales y le luce a cualquier tipo de hombre.

La tela que también es uno de los tantos elementos con que pueden elaborarse pulseras para hombres deberían ser de uso diario y sobre todo utilizada por hombres con personalidades más joviales. Sin embargo, todo esto depende de la persona, pues los gustos y los criterios pueden ser tan variables como los materiales y los colores de las pulseras.

Estas pulseras, no son únicamente accesorios de moda, cuentan la historia única de aquel que las lleva, contribuyen al estilo y están perfectamente inspiradas en el universo masculino. Cuentan una historia personal al tiempo que visten al hombre. Se trata de piezas originales, de una forma de expresión personal. La variedad de diseños permite una amplia elección con diferentes colores y materias, pero sobre todo de alta gama fabricadas a mano y personalizables.
Cada pieza posee muchos detalles que marcan la diferencia. Modelos clásicos, estilo vintage, auténticos y puramente artísticos que se pueden llevar en cualquier ocasión gracias a colores sobrios que se adaptan a todos los estilos. Cierre de metal, con una, dos o tres vueltas para que cada brazalete se adapte lo mejor posible al gusto y personalidad de cada hombre.