Una de las preocupaciones que más se tiene a la hora de comprar pulseras, es la de no fallar combinando estos accesorios con el color que mejor quede con el tono de piel.
Presta atención, porque elegir el color equivocado puede repercutir en que tanto tu piel se vea apagada, mientras que, si sabes elegir, estos accesorios pueden ayudar a realzar tu estilo.
A la mayoría de las personas morenas, con piel aceitunada o mediterránea les queda bien casi cualquier cosa.
Tanto si eres de piel morena como si estás con piel bronceada por el sol, inclínate por pulseras que tengan tonos dorados, es muy favorecedor.
Para idear el look perfecto, procura introducir piezas en dorado combinadas con colores como el amarillo, rojo o marrón, si es en forma de piedra natural mucho mejor, además de destacar, conseguirás un toque muy elegante.
Las pulseras que contienen colores vivos como el rojo, dorado e incluso los colores tierra, pueden ser la mejor elección para lucir un look muy personal y atractivo.
Pieles claras:
Las pieles frías y más pálidas piden a gritos brillos plateados. La plata y el oro blanco son la primera opción, ya que sus reflejos van acordes con la piel y dan una imagen casi perfecta.
El negro sería otra opción, ya que al ser un color neutro combina con todo.
El oro amarillo, en cambio, desluce bastante con este tipo de pieles, ya que reduce significativamente su brillo.
Con las piedras pasa lo mismo: reflejos de blanco sobre blanco son la clave. Las perlas blancas sientan de maravilla. Cristales o circonitas brillan como estrellas sobre una piel clara.
Si quieres añadir toques de color, lo que mejor resalta con una piel fría son gemas con una escala de colores que vaya del rojo al azul.